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Los taxis son un servicio público, aunque llevado de forma privada, que desde hace décadas conviven con el transporte público en las ciudades ofreciendo una alternativa más rápida y especial para los ciudadanos que quieran desplazarse entre distintos lugares sin esperar colas o la llegada de un autobús atestado de gente. El taxi suele funcionar muy bien en ciudades grandes, con mucho tráfico, donde en ocasiones es la única alternativa para poder llegar a tiempo a los sitios. También es habitual verlos cerca de las estaciones de tren y autobús, o de los aeropuertos, ya que muchos viajeros los utilizan para llegar desde ese punto al lugar donde van a quedarse. Es un trabajo muy sacrificado porque son muchas horas las que uno tiene que llevarse en la calle para que le salga rentable tener el coche.

Y es que uno puede pensar que un taxi es algo bastante caro, pero hay que entender que no solo estamos pagando el servicio que nos ofrece esa persona, sino que también nos estamos ahorrando la gasolina, que igualmente la paga el taxista, y estamos mucho más cómodos en un vehículo en el que normalmente tenemos más espacio que en los transportes públicos. Además de todo ello, el taxista debe amortizar igualmente la licencia del taxi, un documento acreditativo que le permite ofrecer este servicio de forma legal y profesional, y que suele ser tremendamente cara, porque se traspasan usualmente entre los taxistas que se jubilan o lo dejan y los que quieren entrar en el negocio. Aquí te vamos a explicar cómo obtener este tipo de licencias para poder conducir un taxi por tu ciudad.

En qué consiste tener una licencia de taxi

Las licencias de taxi son documentos que un ayuntamiento o una institución gubernamental expide a cualquier persona que desea dedicarse profesionalmente al transporte de viajeros en un vehículo particular. Hay mucha gente que tiene taxis privados, pero no son profesionales porque no pagan impuestos por ello. Para que tu taxi sea realmente oficial necesitas esa licencia, que puedes conseguir a través del propio Ayuntamiento o comprándola a otro taxista. Las licencias son limitadas, por supuesto, así que puede que tardes mucho tiempo en obtener la tuya. Gracias a esa licencia, un documento acreditativo con valor legal, podrás transportar a estos pasajeros de un lado a otro. La licencia es absolutamente imprescindible para poder dedicarte a esto del taxi de forma profesional, porque es el primer paso para que tu vehículo sea considerado de este tipo.

Cómo obtener una licencia de taxi

La forma más habitual de obtener una licencia de taxi es comprársela a algún taxista que ya no quiera seguir trabajando o que vaya a jubilarse. Él, por supuesto, también habrá pagado por ella anteriormente, y es habitual que ponga un precio elevado para cederla, por lo que debes estar preparado para pagar una buena cantidad. Dependiendo del lugar, las licencias pueden estar por encima de los 100.000 dólares, incluso el doble, si son ciudades con mucho tráfico y con muchas posibilidades de llevar a los pasajeros. Todavía hay sitios que suelen expedir nuevas licencias, a un precio más económico, pero esto es mucho más complicado y suele haber incluso lista de espera para conseguirlas. El precio de la licencia lo pone la persona que la vende, aunque por supuesto siempre puedes intentar negociar para obtener un precio más ventajoso.

Preparación para la licencia de taxi

Cada país tiene unos requisitos para poder llevar un taxi en sus ciudades. Hay quien solo pedirá la propia licencia, y con eso y una tasa será más que suficiente, pero también hay muchos en los que debemos sacarnos un carnet especial, llamado BTP. Se trata, en  la mayoría de casos, de un test con solo unas pocas preguntas que has de saber responder correctamente. Evidentemente, debemos tener el carnet de conducir tipo B antes para poder acceder a toda esa formación, y ha de pasar al menos un año desde que nos sacamos dicho carnet para poder presentarnos al del tipo BTP. Es un test muy sencillo que puedes realizar por libre o a través de una autoescuela, donde te facilitarán el temario. Con ese carnet y con la licencia, ya puedes ser taxista en cualquier ciudad.

Qué hacer una vez obtenida

Hemos dicho antes que necesitas el carnet especial  y la licencia para poder trabajar como taxista, pero en la mayoría de ciudades también tienes que acudir a un registro, u obtener una especie de cartilla municipal donde queden tus datos, para que sepan quién es el que conduce el taxi con tal número de referencia. Es un paso de control habitual para evitar posibles negligencias y fraudes. Por supuesto, puedes llevar tu taxi a cualquier ciudad de tu país, o incluso más allá, siempre que tu licencia tenga vigor en ese lugar. Sin embargo, debes estar “asentado” en una ciudad concreta, que normalmente es la misma donde sueles vivir. De esta manera, puedes empezar ya a llevar a gente en tu taxi y al terminar la jornada, volver a casa para descansar, pensando en una nueva jornada de trabajo a la mañana siguiente.

¿Es una profesión con futuro?

El mundo del taxi siempre ha dado bastante dinero, aunque dependerá también de muchos factores, desde el tipo de taxista que sea hasta el coche que lleves, la ciudad en la que estés o el propio ciclo económico por el que estemos pasando. Los taxistas son un servicio imprescindible en las grandes ciudades, pero es cierto que ahora, con la llegada de las empresas de VTC como Uber o Cabify, la situación se ha vuelto mucho más compleja, porque estas aplicaciones ofrecen un servicio muy competitivo que hace una competencia brutal al taxi, y son muchos los que se sienten en inferioridad con respecto a estos conductores, falsos autónomos que trabajan para esta empresa y que no tienen que pagar licencia ni poseer un carnet especial, al contrario que los taxistas.