Porno latino- 1

Latinoamérica parece estar por fin despertando, en todos los sentidos. Esta región tan inmensa, que cada vez es más complicado limitar, se está convirtiendo en una fuente de creación, y no solo de consumo. Este paso, que podría parecer una nimiedad en otros tiempos, hoy se presenta como un impulso incontestable hacia un futuro más brillante. Uno en el que los creadores de cultura no tengan que marcharse a otros países para producir. En el que toda esa producción realmente beneficie a un país completo, y cambie la manera en la que se les ve desde fuera. Los latinos, sean en sus propios países o en el extranjero, conforman una potente masa consumidora y cultural que está levantando la voz frente a la falta de representación. Y no se trata de diversidad o de nueva agenda liberal, sino de darle voz a aquellos que nunca la han tenido, para que puedan expresarse. A nivel cultural, el hecho de que Alfonso Cuarón ganase con Roma varios Oscars hace unos años supuso un punto de inflexión.

Y es que lo latino ha cogido una gran fuerza en todos los sectores e industrias, especialmente en la cultural. Los cantantes latinos son número 1, el género urbano con toques latinos es ya lo más escuchado en todo el mundo, los actores latinos ya tienen una gran variedad de roles en sus películas… Esto está llegando incluso al porno, una de esas industrias especiales que sirven, aunque muchos no lo crean, como espejo de la sociedad. De hecho, hay expertos que apuntan al sexo como una de las industrias más diversas y avanzadas que existen, ya que siempre ha habido lugar para todo tipo de cuerpos, razas y demás. Es evidente que el sector ha buscado esa amplitud de diversidad solo para alcanzar a la mayor parte de su público objetivo, pero es que eso es lo que deberían hacer todos los sectores comerciales. Ahora que el porno latino está ganando peso, que la producción en estos países hispanos está creciendo, las cosas pueden cambiar muchísimo. De ser simples consumidores a crear el contenido, para su propio público y también para el extranjero, el porno latino está en una época de esplendor.

Un sector en alza

La pornografía lleva décadas siendo un sector importante dentro de la industria del entretenimiento, pero su verdadero despegue ha llegado con Internet. Si antes teníamos que comprar esa revista en la tienda de la manera más sutil posible, o llevarnos con cierta vergüenza el vídeo VHS a casa, hoy tenemos acceso a todo el porno desde nuestros móviles. Esto hace que el contenido pueda llegar a un público muchísimo más masivo, y engrandece las oportunidades de crear y producir este tipo de cine. De hecho, la tecnología también ha ayudado a democratizar los medios de creación, y hoy por hoy no hay grandes diferentes entre el porno yankee y el que se produce en Chile, por ejemplo. Se trata, más bien, de encontrar el nicho adecuado en un sector que sigue creciendo imparable, y que puede dar muchas alegrías a los productores.

La expansión frente al porno de USA

Desde los años 60, la industria imperante dentro del porno ha sido Estados Unidos. Y es lógico, porque esto no deja de ser cine, y al fin y al cabo, los norteamericanos siempre han sabido vender mucho mejor su cultura a través del séptimo arte. La industria yankee nace al calor de Hollywood y comienza a expandirse por todo el mundo, mientras en Europa las producciones eran muy diferentes y no había una industria como tal. Latinoamérica, en aquellos tiempos, producía algunas películas eróticas o de corte más explícito, pero eran excepciones muy contadas. Todo cambia con el nuevo milenio, las nuevas tecnologías y la posibilidad de crear y subir contenido desde cualquier parte del mundo. Poco a poco, el mundo latino se va haciendo cada vez más fuerte, y los productores entienden que hay un gran filón en el mundo del porno.

Está costando, desde luego, pero poco a poco la industria latina se está afianzando. Cierto es que no se puede hablar todavía de industria homogénea como en otros países, ya que cada nación va por su propio camino. Lo que es innegable es el aumento de productoras nacionales en México, Argentina o Chile, que poco a poco están sacando vídeos cada vez más profesionales. Tal vez todavía no llegue a ser un sector con tanto peso, pero por algo se empieza. Y es que estas productoras se están dando cuenta del gran potencial que tiene la industria, porque la grabación de estas escenas es relativamente económica, y puede ser muy rentable. De esta manera, el mercado está descubriendo también que se puede hacer porno de otra manera distinta a la de los yankees.

Un mercado millonario

Son millones los usuarios que diariamente entran en alguna de las páginas y plataformas de porno en Internet. Si bien el mercado americano sigue siendo el principal también en consumo, los latinos se están haciendo cada vez más fuertes. De hecho, ya suponen un porcentaje muy importante, y muchos dirían que suficiente para crear su propio mercado. Uno en el que puedan empatizar con las escenas, con los actores y los diálogos, escritos por fin en español. Uno en el que se dirijan a ellos de manera directa, y no simplemente como un público general. Como siempre se ha dicho, el mercado mexicano es tan inmenso en millones de potenciales clientes que cualquier artista puede vivir solo de generar cultura para allá. No es casualidad que la productora SexMex se esté haciendo de oro en estos días, gracias precisamente a esto.

Pero el porno argentino también está despuntando, después de la época de softcore que se vivió con Playboy TV Latinoamérica. La presencia de este canal supuso un freno para una industria del sexo explícito, incapaz de competir con los medios de la gran firma norteamericana. En los últimos tiempos, sin embargo, la producción local ha crecido gracias a las facilidades tecnológicas para crear contenido. El porno colombiano, chileno y uruguayo, por ejemplo, está comenzando a despuntar no solo en el mercado latino. Muchos europeos y estadounidenses se están haciendo fans de esta nueva versión del género, tan diferente a lo que vemos en el porno tradicional. Y es que los latinos tienen mucho que decir también en esta industria.

El futuro del porno en español

Y ahora la pregunta es: ¿hacia dónde va el porno en español? Cada vez son más las empresas latinas que están creando este tipo de contenidos, lo que está llevando a muchos a consumirlo. Esta retroalimentación sirve chispa para generar una verdadera cultura del porno hispano, que no tenga que depender sí o sí de las producciones norteamericanas. Un futuro prometedor para un sector que se está abriendo camino gracias a su rentabilidad en los tiempos de Internet. Desde xVideos a Onlyfans, pasando por las tradicionales plataformas porno, son muchas las opciones que el cine X latino tiene por delante.