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Es una de las peores pesadillas para cualquier conductor. Un inconveniente que incluso puede convertirse en algo muy peligroso, en determinadas circunstancias. Y lo peor de todo es que nadie está totalmente libre de sufrirlo, por más precauciones que se tomen. Tener un pinchazo en carretera no es plato de buen gusto para ningún conductor, y la mayoría de nosotros hemos tenido que enfrentarnos a ello en algún momento de nuestra vida. Ya sea porque nos ha tocado, por mala suerte, o por no haber tomado todas las precauciones posibles, al final ocurre y hay que actuar ante él. Es algo para lo que debemos estar siempre preparados, porque como te habrás dado cuenta, puede pasar en cualquier momento y en cualquier lugar. Si has tenido la fortuna de no enfrentarte hasta ahora a estos pinchazos, no está de más conocer la manera de actuar, por si algún día dejas de tener tanta suerte.

Los pinchazos siguen siendo a día de hoy una traba bastante molesta para los conductores, a pesar de que la calidad de los neumáticos ha aumentado muchísimo en los últimos tiempos. A día de hoy, la tecnología nos permite minimizar el efecto que un pinchazo  puede tener en nuestra conducción. Nos facilita su detección, pero también  el cambio de rueda, e incluso nos ayuda a prevenir estos incidentes de una manera más eficiente. Sin embargo, un pinchazo sigue siendo un pinchazo, y en la mayoría de ocasiones no debemos seguir conduciendo cuando hemos sufrido algo así. Por eso debemos conocer bien el protocolo a seguir para que este incidente se quede solo en eso, en un pequeño susto, y no vaya a mayores. Dependerá, por supuesto, del lugar donde nos encontremos y de nuestras posibilidades. Pero al final, los consejos para solventar un pinchazo siempre son los mismos, y aquí te los vamos a aclarar para que los tengas siempre presentes.

Cómo detectar el pinchazo de una rueda

Actualmente, hay algunos coches modernos que cuentan con un utilísimo sistema propio para detectar cuando los neumáticos están perdiendo presión de manera abrupta. Si esto ocurre, está claro que hemos sufrido un pinchazo, y el propio sistema nos avisará al instante, para que lo tengamos en cuenta. Sin embargo, todavía hay muchos coches que no cuentan con dicha herramienta, así que hemos de seguir confiando en nuestro propio criterio. Al tener un pinchazo, el neumático puede desinflarse de manera muy rápida, y lo notaremos al instante, tanto por el sonido como por el desequilibrio del vehículo en esa zona. Sin embargo, la mayoría de ocasiones el neumático se desinfla muy poco a poco, provocando que la conducción sea más dura y tire para ese lado. Si pasamos por esto, lo mejor es hacernos a un lado y comprobar que los neumáticos estén bien.

Qué hacer en caso de pinchazo

Ante todo, hemos de recordar que la situación de sufrir un pinchazo es habitual, ocurre cada día, en todas partes, y a día de hoy no es algo que se nos deba hacer un mundo. Simplemente tendremos que seguir el protocolo más seguro para poder volver a conducir con garantías. Lo primero que debemos hacer es apartarnos de la vía y echarnos al arcén, allí donde sea posible al menos. En el caso de estar en una autovía o autopista, buscaremos el carril más a la derecha para pararnos y dejar paso a los que vengan detrás. Bajaremos del vehículo y siempre con el chaleco y los triángulos de emergencia colocados, pasaremos a inspeccionar los neumáticos. Tal vez haya sido un susto o una falsa alarma y no haya ninguno de ellos pinchado. No está mal cerciorarse, de todas formas, para evitar males mayores. Manteniendo la calma, analizaremos uno por uno los neumáticos para encontrar el posible pinchazo.

Una vez localizado, tenemos varias opciones. Si debemos seguir conduciendo para llegar a nuestro destino, lo mejor es colocar la rueda de repuesto en lugar del neumático pinchado, una operación que nos puede llevar unos minutos. Por eso siempre debemos contar con el gato y las herramientas adecuadas en el coche. De la misma forma, también podemos utilizar un kit antipinchazos, que suelen ser efectivos sobre todo si el daño no es demasiado grave. Son kits muy cómodos de llevar que pueden ayudarnos a evitar que el neumático siga perdiendo presión, al menos hasta llegar a un taller donde poder cambiarlo. Otra opción, mucho más sencilla aunque también algo más lenta, puede ser llamar a tu compañía de seguros. En muchos de estos convenios se incluyen los pinchazos en el coche, por lo que no tardarán en acudir a tu rescate, aunque eso sí, el tiempo puede variar bastante.

Cuánto cuesta arreglar el pinchazo de una rueda

Si hemos optado por la opción de cambiar la rueda por otra de repuesto, o de taponar la salida del aire con un kit antipinchazos, el arreglo nos servirá… solo por un tiempo. Es evidente que no podemos seguir conduciendo de esa forma durante muchos kilómetros, porque podemos sufrir más pinchazos y quedarnos ahora sí tirados. Por eso es mejor acudir, en cuanto se pueda, a un taller para que nos pongan un  neumático totalmente nuevo. Este debe ser, claro está, igual que los que ya llevamos en nuestro coche, con la misma presión, la misma altura, etc… El cambio de rueda en un taller es, de hecho, uno de los servicios más baratos que vamos a encontrar en el mismo, ya que apenas nos saldrá por unos 15 o 20 euros, a veces incluso menos. Sin embargo, también hemos de pagar el neumático nuevo, que sí que costará algo más caro, como es lógico.

Precauciones que debes tomar

Al principio ya advertíamos que esto de los pinchazos es algo muy común, y que nadie está realmente libre de ellos. Sin embargo, es cierto que podemos disminuir todo lo posible las opciones de sufrirlo, para así estar algo más tranquilos. Por ejemplo, revisando nuestros neumáticos cada cierto tiempo, y sobre todo antes de un viaje largo, para comprobar que estén bien. Cada neumático necesita una presión concreta para poder funcionar correctamente, así que los mantendremos en esa presión siempre. Y por supuesto, la calidad de los mismos también tiene mucho que ver en estos pinchazos. Cuanto mejores sean, más tranquilos podemos conducir. Si evitamos igualmente malas calzadas, giros bruscos y una conducción poco segura, los neumáticos nos lo agradecerán y el peligro será menor.